15.12.09

.-Life changes in a one second ~ Cap11

Cap. 11 : Charla... ¿again?



Me separé de Taylor y lo miré asustada. Él entendió mi mirada y miró a mi padre.
- Señor...
- No. - le frené con mi mano. - Yo voy a hablar ahora. - Me armé de valor, tomé una bocanada de aire... y lo solté.
- Pa... quiero irme a USA con Taylor.
- ¿¡QUE!? - fue el grito de mis padres al unísono el que me hizo caer en la cuenta de que lo dije muy directo.
- Alex... creo que mejor sigo yo... ¿ok? - dijo Taylor mirándome. Yo solo asentí. - Bueno... lo que Alex intenta decir, es que... yo vuelvo mañana a USA, y pues... no quiero irme sin ella. - Mi novio bajó la mirada y luego la levantó para mirarme a los ojos. - la quiero, no podría estar sin Alex.
- ¿Pero no crees que están muy jóvenes para vivir solos? - creo que mi mamá intentaba entendernos.
- Alex tiene solamente 17 años... ¿y tu jovencito? ¿Unos... 20 apenas? - Mi papá no sabía la verdadera edad de Tay, reí en mi fuero interno.
- Teng... - mi mirada de “shut up!” frenó a Taylor.
- Papá... - intervine. - nuestra idea no es vivir juntos... aún. - lo último lo dije para mí misma, pero Taylor me escuchó y rió por lo bajo. - ¿Recuerdas que Amy, Andry, y las demás chicas están en LA? - mi mamá logró entender mi idea inmediatamente.
- ¡Ahh! - exclamó. - ¿Quieres quedarte con ellas... en las vacaciones? - En realidad yo quería quedarme para siempre... pero por algo se parte.
- Exacto. - afirmé. Taylor me miraba.
- A mi me parece. - dijo mi mamá aprobando mi plan.
- ¿Pero no dijiste que eran nuestras vacaciones familiares? - alegó mi papá como niño pequeño... me reí por lo bajo ante esa escena.
- Papá... déjala que se vaya. - musitó Dil que había llegado hace algunos segundos y estaba apoyado en la muralla de la sala. - Así estaré libre de hermanas pequeñas. - y levantó sus manos al cielo... como dando gracias. Lo fulminé con la mirada, y Tay rió.
- Stefano, déjala ir... así nosotros también podremos pasar más tiempo a solas. - mi mamá le guiñó el ojo a mi papá y yo abrí los ojos como platos... ¿mi mamá había dicho eso? No quiero saber más detalles... ¡por favor!
- Ok... - concluyó mi padre resignado. - Pero Dilan va con ustedes, ¿creen que soy como Lidia, que les cree todo?
- ¡Heey! - alegó mi madre.
- Pero papá... - refunfuñó Dil. - ¿qué hice yo para merecer tal castigo? - mi hermano también es dramático... no solo yo.
- Dilan Blas Falk... irás con tu hermana, o ninguno de los dos va a ninguna parte y se quedan acá. Decidan ustedes. - mi papá se levantó del sillón y se disponía a ir a su cuarto cuando yo grité.
- ¡Papá espera! - mi papá se dio la vuelta para mirarme. - Dil... allá no te molestaré, y tendrás más ayuda con eso de la publicidad... - le susurré a mi hermano.
- Querido padre... a decidido, iré con la enan... con Alex. - corrió Dil después de mi mirada fulminante.
- Está bien... entonces hagan las maletas y saquen los pasajes... tienen un viaje que emprender mañana. - luego de terminar de hablar, se dirigió a su cuarto. Mi mamá nos abrazó, estaba feliz.
- Que les vaya excelente allá mis niños. - dijo aún abrazándonos.
- Mamá... no somos niños. - refunfuñó Dil.
- Está bien mis amores. - mi mamá ya estaba actuando... como mamá.
- Ok, ok... aún nos queda un día acá - musité.
- Ya, no molesto más... voy a hacerle compañía a su padre. - ¡No queremos saber, no queremos saber! - Adiós. - se despidió de nosotros y corrió a su cuarto. Dil y yo nos miramos.
- Salgamos... no quiero escuchar cosas. - después de decir esto, Dil y Tay carcajearon. - No se rían... si lo digo en serio. - Los chicos me miraron.
- Tienes razón. - añadió Dil. - movámonos de aquí.
Los tres salimos y rápidamente nos subimos al auto de Taylor. Obviamente él se subió al piloto, yo al copiloto, y mi hermano atrás. En eso llaman a Tay.

- ¿Aló?... Ok, vamos para allá. - y cortó.
- ¿Qué pasó? - pregunté.
- Josh quiere que salgamos. - y sonrió.
- ¿Siempre es así? - Ahora preguntó Dil.
- eh... si. - contestó Tay y luego carcajeó.
El trayecto fue corto, así que rápidamente llegamos al hotel, los esperamos en el auto y luego los chicos subieron al auto. Lucas antes de subir se asomó por mi ventana.

- Así que ahora eres novia de Lautner... Te felicito. - musitó de mala gana y se subió a la parte trasera del auto. Yo miré a Taylor y él miraba a Lucas por el espejo retrovisor.
- Ok, andando. - dijo Josh y mi novio apartó la vista del espejo, luego me miró y sonrió.
- Te amo. - yo le sonreí, y Lucas carraspeó.
- Estamos todos en el auto... no se pongan cursis, por favor. - su voz seguía sonando apática.
- ¿Así que te molesta? - le preguntó Tay algo molestó.
- Si, me molesta bastante. - respondió Lucas.
- Chicos... por favor. - rogué. Lucas bufó y Taylor lo fulminó con la mirada por el espejo.
En el auto el único que habló en todo el viaje fue Josh, no sé porqué no me extrañó, y mi hermano de vez en cuando hablaba, cuando Josh se callaba para tomar aire. Lucas y Taylor se dedicaban miradas llenas de furia por el espejo... y yo estaba harta de eso, me incomodaba bastante. Luego llegamos a un lugar con no mucha gente, la idea de Josh era pasear todos juntos, sin interrupciones. Tay estacionó el auto y nos bajamos.

- ¿Y quieres solamente caminar? - le preguntó Dil a Josh.
- No lo sé, ¿Qué quieren hacer ustedes? - Dil se encogió de hombros y Lucas como siempre no opinó.
- Podríamos... ¿ir a comer pizza? - preguntó mi novio.
- ¡Sí! Me apetece una pizza. - dije.
- Me parece. - dijo Josh.
Nos dirigimos a una pizzería y entramos, pedimos la carta y luego ordenamos.

- ¿Y qué se siente ser la novia de la “Mega estrella”? - preguntó Lucas haciendo comillas en el aire, y siempre sacando ese tema.
- ¡Lucas ya basta! - exclamó Tay algo molesto.
- ¿Pero que tiene? Sólo es una pregunta. - se defendió.
- Se siente bien, no por ser la “Mega estrella”, - imité las comillas en el airé - sino porque lo quiero. - Lucas bufó pero no le presté atención. El que si le prestó atención fue Taylor, que echaba humo por las orejas.
- ¿puedes dejarnos tranquilos? - musitó Taylor.
- No, no puedo. - Lucas estaba tensando el ambiente.
- Bueno... y al final, ¿vienes con nosotros? - preguntó Josh intentando calmar las aguas.
- Si. Con Dil. - contesté.
- ¡Qué bien! - exclamó Josh.
- Si. Me mandaron a cuidar a la enana. - dijo Dil, yo lo fulminé con la mirada. - Pero bueno... se pasará bien.

Luego volvimos al auto y nos fuimos al hotel donde se estaban quedando Tay y los chicos, no había muchos ánimos para compartir algo más con Lucas.

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